Recientemente se dio inicio a la II versión del curso Felicidad Organizacional y su impacto en la marca empleadora, que actualmente imparto en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Este curso busca desarrollar en lo alumnos una capacidad crítica respecto a lo que entendemos como felicidad en el trabajo y por supuesto, entregar una mirada estratégica y herramientas de gestión concretas que le permitan a los asistentes gestionar una propuesta de valor interna que se sostenga con el concepto de felicidad.
En este curso estamos revisando con los estudiantes -por lo demás personas preparadas, con ganas e incluso algunos de ellos ya con iniciativas en sus empresas que buscan desarrollar espacios laborales óptimos- los factores claves que permitan desarrollar una oferta de valor atractiva y permanente para los trabajadores basada en un modelo de gestión de felicidad y, para esto, estamos revisado bibliografía relevante y por supuesto, lo que entenderemos por felicidad en las empresas. Luego conocemos el modelo de gestión que presento y cómo medir la felicidad y, claro, ayudarlos a preparar un ensayo respecto a las posibilidades que existen de trabajar su aprendizaje en sus propias organizaciones.
También revisamos junto a mis alumnos los procesos asociados como factor central para el cabal cumplimiento de esta declaración. La felicidad, como señalo en mi libro Felicidad organizacional. Cuando el camino son las personas, es la expresión concreta de una decisión estratégica de quienes dirigen la empresa. Es generar condiciones de bienestar superior y reconocido por los trabajadores que busca, por medio de una estructura organizacional y procesos alineados, desarrollar el máximo potencial de talento de las personas y la hacerlo generar resultados sobresalientes y excepcionales para todos: trabajadores, sus familias, la comunidad y el medio, los proveedores, los clientes y los accionistas.
El curso ya cuenta con estudiantes que en su primera versión aplicaron sus conocimientos y experiencia compartida por todos en las clases en acciones que favorecieron el trabajo en sus organizaciones. Es una enorme satisfacción saber, cómo me lo han comentado mis alumnos, que están aplicando alguno de los conceptos y prácticas que vimos en clases, desde la estrategia desarrollada por ello, y no solamente como iniciativas sin sentido.